En 1987 terminé la licenciatura en Psicología, desde entonces han pasado varios años, y no puedo más que sentirme muy contenta revisando la gran variedad en mi trayectoria profesional. Esta variedad ha hecho que siempre haya estado trabajando, en campos muy distintos y variados. Podría decir que a pesar de esta diversidad existen un par de aspectos en común que podrían describir este mi camino. Por un lado, la inquietud y curiosidad. Nunca me he encerrado como psicóloga en un campo de trabajo concreto ni he seguido una corriente concreta, me ha gustado siempre estar abierta, conocer, probar, dudar y si es necesario cambiar evolucionando... En segundo lugar, he llegado hasta aquí también de forma clara guiada siempre por mi implicación y deseo interior de trabajar con personas, de implicarme desde diferentes vertientes y con diferentes colectivos para contribuir a poder hacer la vida mejor especialmente en colectivos de personas con algún tipo de característica o necesidad especial.
En este sentido he trabajado con consulta clínica durante muchos años y con mucha clientela, he trabajado varios años con jóvenes con riesgo social y problemas de delincuencia, he trabajado en un centro de atención temprana, ofreciendo refuerzo escolar, en guardería… y muchos otros servicios hasta llegar al 2003.
En 2003 es cuando empiezo a trabajar como psicóloga en los primeros años y en 2010 asumiera la dirección de los servicios, en una entidad que atiende a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Concretamente, mi función ha estado en el servicio residencial y diurno para personas adultas con discapacidad grave y necesidades de apoyo extenso y generalizado. Este trabajo, ligado a mi inherente inquietud y duda, me forzó a buscar por todas partes cómo podía contribuir a que personas con un perfil de tanta afectación gozaran de mejor calidad de vida. Personas que recibían una atención basada sobre todo en la asistencia y satisfacción de las necesidades básicas, era necesario, pero algo más... En 2005 averigüé que en Alemania había un congreso organizado por una Asociación ISNA (International Snoezelen Association) donde participaban profesionales de diferentes países del mundo que básicamente trabajaban con personas, niños, adultos y personas mayores...
Evidentemente, era la única persona del Estado español que participaba, y a lo largo de los años, junto con una compañera de trabajo y formación, así ha seguido siendo... ¡Aquel congreso marcó un antes y un después en mi trayectoria!!! Descubrí por primera vez y con mucha evidencia, una forma de aproximarse a las personas a partir de su sensorialidad. Se evidenció que para todas las personas, pero de una forma muy especial para perfiles de personas con alguna característica concreta, los sentidos, las sensaciones de nuestro cuerpo y del mundo que nos rodea pueden generar mucho bienestar o, por el contrario, mucha inquietud y malestar.
¡Y a partir de aquí y hasta el día de hoy, mi interés se ha centrado en formarme continuamente, en aprender, en conocer instituciones y profesionales de diferentes países y culturas, buscar evidencias científicas, y, en definitiva, profundizar en todo lo que implica la Intervención Snoezelen!!